… al futuro
… a no hacerlo bien
… a perder el paso sin darnos cuenta
… a no parecer unos padres metomentodos
… a no ver lo evidente
Claro que tenemos miedo. Es lógico en los padres de niños sin discapacidad y viene de serie en los que tenemos un peque con necesidades especiales.
Y es bueno tener miedos. No tenerlos sería de inconscientes. Pero lo que hay que hacer es no dejarse abrazar por este sentimiento, y tenerlo de compañero en el camino, sabiendo perfectamente cómo ganarle la partida. Que se le gana, que os lo digo yo 🙂